twitter: @eugenio_fouz
Ted Croner (fotógrafo)
Me dice quien me conoce bien que yo no valdría para hacer ciertas cosas. Me dice que me muestro mucho cuando escribo, que no soy crítico con los demás y que no suelo hablar mal de casi nadie. Mi conciencia me dice que ese ángel de la guarda tiene parte de razón. A mí no me gusta ser el hombre de los latigazos, sé que las palabras hacen daño y que el dolor no se muere fácilmente.
Un día Alcántara, Alfonso Alcántara, (@Yoriento en Twitter) me dijo que comentase en este blog el libro de un gurú en Twitter. Lo hice y no pude decir nada malo porque era evidente que el libro me había enseñado mucho. Previamente ya había repartido tantos elogios a «Mundo Twitter» de José Luis Orihuela (@jlori) que la consecuencia más probable era que me odiase o me tomase por un cazarrecompensas.
Ese ángel insiste y me dice que cada vez que cito el programa de “El Hormiguero” todo son cosas buenas, que dibujo demasiados guiños con mis emoticonos, que si no me da apuro ser tan explícito. Lo cierto es que me he acostumbrado al buen rollo y que enciendo el televisor con la sensación de quien llega a casa y pone la radio para tener compañía. Me río, me gusta, y sé que estoy infectado.
Pero el motivo principal de este post de hoy es dejar constancia de lo que ocurrió hace una semana en la red del pájaro. La revista «Jot Down magazine» enlazaba un artículo especial. Antes de este artículo, otros me habían gustado. Uno de ellos estaba adornado con fotografías de Irlanda y la intención de incitar a la lectura del Ulises de Joyce. Ese convincente artículo me animó a intentarlo otra vez pero no pude acabar el libro. Hubo también un viaje en globo de esos de los que contaba Julio Verne y que había sido contado por un arquitecto que escribe en Twitter llamado Pepo Jiménez -firma @kurioso- . He de reconocer que creí en la verdad del viaje y en las imágenes. Todavía hoy no tengo claro si fue una broma o no lo fue. La revista deja más enlaces y en otro posterior leí algo sobre el escritor de novela negra James Ellroy y tuve la sensación de que era su pluma la que escribía acerca de sus novelas, pero no era la suya sino la de Carlos Zúmer. Y esta mañana me entero de que Lapidario es el erotómano de Jot Down que tuitea #readingissexy (#leeressexy).
Hoy, sin embargo, quiero recomendarle la lectura de un artículo singular. Quiero proponerle que lea en «JotDown magazine» un texto titulado “Haga una lista” de Juan Tallón (1). El texto no parece ni un artículo ni un reportaje. No es normal. A mí me suena a una confesión de pecador o una charla desinhibida con el psiquiatra. Juan Tallón comienza con la anécdota de un suicida gallego y la extraña lista encontrada por quien fuera que fuese a mirar en su bolsillo. El autor de este relato corto ha descubierto la razón de ser de los individuos que organizan su vida mediante listas y anotaciones. El escritor habla del verbo y el sustantivo, y cita una novela emblemática de Nick Hornby llena de listas de canciones y mujeres favoritas. En la vida es preciso hacer inventarios y poner orden en el caos.
Un profesor como yo siente la necesidad de elaborar listas continuamente. Uno tiene que recoger ideas y datos de modo eficaz que actúen sobre ese desierto desordenado que llamamos memoria. En un momento del relato Juan Tallón escribe una palabra infinita a la que pone un punto, algo como esto: “Etcétera”.
Hasta ahora solo he leído dos veces esta historia. Sé que habrá más veces porque una vez terminada su lectura el texto todavía estaba allí como si fuese un dinosaurio impaciente dando vueltas en mi cabeza.
(1) [Aquí tiene la llave del confesionario ;.) ] Juan Tallón es @xoantallon en Twitterhttp://www.jotdown.es/2012/12/haga-una-lista/
mividacomoescritor [EXILIO INTERIOR] 